Hay noches que son tan simples y tan largas, que no tenemos la más mínima idea de que nos puede pasar. Pero cuando te das cuenta de que pasa, resulta que aparece su nombre en tu cabeza. No quieres que aparezca otro tampoco... te gusta saber que es él, que no es nadie más. Eso si... te entran ganas, ganas de sentirle, de abrazarle, de besarle, y te das cuenta de que no está, no está para poder hacer eso, la imaginación en algunos casos no es tan buena, y algunas veces incluso suele caer alguna lagrima... que desemboca en una sonrisa... sonrisa al saber que aunque no esté cerca, si cierras los ojos le sientes aquí, contigo. En momentos así, te das cuenta de que las lágrimas no tienen que ser siempre por pena, o tristeza... Y te das cuenta, de que tienes mucha suerte por tener a una persona que te ama, aunque no puedas abrazarla y sentirla en los momentos que necesitas, sabes que él está ahí... que te ha prometido no marcharse, y por eso, solo por eso... vale la pena sonreír e imaginarle. Porque sabes que pronto, estará ahí, lo sabes...
'Es duro lo sé, pero se que podré, porque tu eres aquello que siempre soñé.'
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